Los ojos son los órganos de la visión, conozcamos un poco mejor sus capacidades, funciones y anatomía, para comprender mejor su importancia funcional para la conducción de vehículos.

Analicemos el funcionamiento de una cámara de fotos para poder comprender más fácilmente este tema, ya que ambas estructuras son similares y cumplen la función de capturar imágenes del entorno.

Partimos de una imagen exterior que se vierte al interior de una cámara oscura, el globo ocular o las diversas cajas que se usan desde muy antiguo en fotografía (habitaciones, cajas plásticas especializadas, armazones de metal, etc.). Para llegar la imagen hasta allí ha tenido previamente que pasar por un sistema de regulación: las lentes que van a controlar la distancia a la que se enfoca con mayor claridad (en el ojo, el cristalino y la córnea, en la cámara lentes de cristal especializadas). Por último, el proceso que regula la apertura del orificio por el que penetran los haces de luz (la pupila en el ojo y el diafragma regulable en la cámara).

El haz de luz continúa hasta el lado opuesto al orificio por el que entró, entrando en acción el proceso óptico de recepción de la imagen. Aquí, la imagen, nace de la combinación de los elementos especializados para la transformación de la luz en información visual: las sustancias fotosensibles que se encuentran en el punto de entrada de la luz captan los diferentes matices (en la cámaras, películas de emulsión química o grabación eléctrica), y células especializadas para la captación de luz/ oscuridad, o bastones, y células especializadas en la captación de los colores, o conos, para el ojo humano.

A partir de este momento, en el sistema visual humano, se produce un revelado de la imagen mediante un proceso nervioso en el cual el cerebro recibe las señales de conos y bastones a través de diferentes nervios (los circuitos digitales envían la información, píxel por píxel, a la pantalla y a la tarjeta de memoria de la cámara).

A continuación, la información recibida en el cerebro, se distribuye y percibe (proceso sensorial) en los centros encefálicos especializados en la visión (imprimimos la fotografía, como interpretación final).

Este sistema tiene la capacidad de combinar diferentes aspectos de la visión como son la luz o su ausencia, el color (visión cromática), la profundidad o tres dimensiones de los objetos y espacios (visión estereoscópica), los detalles y formas (agudeza visual) y el radio de acción (campo visual).

Hay unas condiciones óptimas, en las que el sistema funciona a pleno rendimiento, si éstas se deterioran por la causa que sea, la visión reducirá su potencia. Por ejemplo, la iluminación correcta de un tramo viario, contribuye a una percepción e interpretación (con influencia en la decisión y en la acción, como vimos en el gráfico del inicio) más rápidas. Esta velocidad se incrementa cuando los colores de la señalización están en torno a una gama de contraste adecuada.

Cuando la visibilidad es baja, por ejemplo de noche, es más difícil calcular los tamaños y distancias de los objetos, así como reducir la amplitud del campo visual.