Hoy en día encontramos dos tipos principales de cristales:
1. Cristales minerales:
La materia prima es el vidrio, que está hecho fundamentalmente de silicatos.
Las características de los cristales minerales son:
– Mayor dureza y resistencia al rayado
– Mayor densidad por lo que son más pesados
Se comercializan distintos tipos de vidrios denominados según su índice de refracción.
Este tipo de cristal es el que menos se vende debido a su menor resistencia a la rotura.
2. Cristales plásticos:
La materia prima es un producto de la química orgánica. Son polímeros muy especializados, aunque se conocen como plástico.
Dentro de los cristales de plástico distinguimos dos tipos:
- Cristal orgánico
Las características de los cristales orgánicos son:
– Su densidad es menor, por lo que son más ligeros que los cristales minerales.
– Son más blandos y más propensos a rayarse, pero esto tiene una solución: poner un tratamiento endurecedor.
Gracias a estas propiedades, los cristales orgánicos han ido superando gradualmente en ventas a los cristales minerales, hasta convertirse en los más vendidos.
- Cristal de policarbonato
El policarbonato es un plástico que se obtiene de una policondensación lineal cuyas aplicaciones son muy diversas: en óptica, en medicina, en electrónica, en mecánica… Este polímero presenta una baja densidad y un alto índice de refracción. A pesar de su gran resistencia al impacto, se raya fácilmente, por lo que se protege con lacas endurecedoras. También para proteger de la radiación UV y evitar un envejecimiento prematuro de la zona ocular se añaden aditivos que absorben las radiaciones UVA y UVB.
Si comparamos un cristal de policarbonato con uno orgánico observamos que:
– Es un 30% más ligero, por lo que resulta más cómodo en el uso diario.
– Es un 20% más delgado, por lo que es perfecto para monturas al aire y para una mayor estética.
– Tiene una protección 100% a los rayos UVA y UVB.
– Es indestructible, 12 veces más resistente que un cristal orgánico.
Este tipo de cristal, se vende en mayor cantidad que el cristal mineral, pero aún se encuentra por detrás de las ventas del orgánico. Sin embargo, sus ventas van aumentando gradualmente, en países como Estados Unidos, los ópticos tienen que proponer el policarbonato de forma prioritaria para los niños y tienen la obligación de informar a los padres de los riesgos de ruptura que tienen los otros materiales. Si, de todas formas, los padres deciden no comprar este tipo de cristal, tienen que firmar un documento de exención de responsabilidad.
Tratamientos del cristal más comunes:
Además del tipo de cristal, también hay que prestar atención a los tratamientos superficiales que aumentan las prestaciones de la lente, mejoran su eficacia y hacen que el usuario obtenga mayor confort. Estos tratamientos son opcionales pero muy recomendables. Los más comunes son:
– El tratamiento antirreflejante: es un tratamiento aplicado para eliminar los reflejos de la superficie. Este tratamiento mejora el contraste al reducir la creación de destellos alrededor de las luces así como la sensación de ceguera que producen, la visión es más nítida y cómoda, por lo que disminuye la fatiga visual. Es un tratamiento muy recomendado sobre todo para la conducción nocturna, porque elimina la mayoría de los reflejos producidos aportando mayor confort visual.
Existen dos tipos de tratamientos antirreflejante uno más básico que consistiría en lo explicado anteriormente, y otro más completo. Este último, además de poseer las propiedades antirreflejantes tiene otras características como el rechazo al polvo por lo que los cristales son muy fáciles de limpiar, algo muy útil porque al reducir los reflejos la suciedad se percibe antes que en lentes sin tratamientos, propiedades humectantes, por lo que el agua se desliza fácilmente y propiedades que eliminan el vaho. Este tratamiento más completo, aporta más prestaciones, eliminando molestias que se pueden encontrar los portadores de gafas por circunstancias climatológicas (lluvia) o cambios bruscos de temperatura.
– El tratamiento endurecedor: incrementa la vida útil de la lente dotándola de mayor resistencia a las ralladuras. Se trata de una característica indispensable en los cristales orgánicos que aunque cómodos y fáciles de llevar, también son más sensibles y menos resistentes a las ralladuras que las lentes minerales sin tratar. Cuanto más gruesa sea la lente de plástico, mayor será la importancia de un tratamiento endurecedor
– El tratamiento de coloración: consiste en teñir las lentes graduadas para que se conviertan en gafas de sol graduadas. Este tratamiento es compatible con todas las lentes (minerales, orgánicas y/o de policarbonato) y existe una gran variedad de colores: marrón, negro, amarillo, verde…